Buscar este blog

jueves, 16 de febrero de 2012

El juego del Ogro



                Tengo mucho miedo y estoy tan tensa que apenas puedo respirar.El aire entra en mis pulmones tan escaso como el soplo de brisa por el agujero de una cerradura.
                La oigo gritar. Grita tan fuerte que me parece imposible que solo yo pueda escucharla. Todo el universo debe estar escuchándola y sin embargo….nadie acude en su ayuda. Entonces algo se desgarra dentro de mí y la pena fluye, negra, inexorable, corroyendo a su paso mi inocencia de niña. 
                Creo que me duelen las piernas, o tal vez los brazos, no sé. Algo me duele dentro del ovillo que he conseguido formar con todo mi cuerpo. Gimo y balbuceo, o no, tampoco lo sé, lo cierto es que quiero llorar y no puedo porque el nudo que me aprisiona el alma se ha instalado en el espacio que antes ocupara mi garganta, y mi pequeño corazón bombea sangre con la misma fuerza que el enorme aspersor del regadío de mi tío Isaías. 
                El aire cargado de olores me oprime aún más: Los ajos, el queso demasiado rancio, cominos, pimientos secos, cebollas, alguna patata podrida, el pan de hace dos días…
                Un golpe, dos, violentos, secos. Alguien ha empujado a mi madre contra la puerta de la pequeña alacena que hay bajo la escalera y en la cual yo me encuentro escondida. Oigo su lastimera voz al otro lado de la puerta. Doy un respingo y me tapo la boca para no gritar. Noto que tengo la cara empapada de mocos y llanto. Entonces mi madre, vencida, impotente, comienza a llorar, y su incontenible desgarro me congela el alma para siempre. 
    Otro golpe seco y se hace el silencio.Un cuerpo cae como pesado fardo tapando la rendija de luz que se abría bajo la puerta. Alguien lo retira, oigo que lo arrastran y vuelve la luz.... Y el silencio...Aguanto la respiración, ni siquiera parpadeo... ¿Y si me ha visto entrar allí? ¿Y si me ha oído llorar? No. Silencio. Creo que ya se ha ido...  Me quedaré ahí toda la vida, nunca más  saldré al exterior, no quiero ver  el resultado de aquella desigual lucha….    Pero alguien se  acerca.... Se ha parado justo delante de la puerta de la alacena. Puedo ver la sombra de sus zapatos  formando una raya negra en medio de la franja de luz.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario